Además de un rumboso convite en la terraza de su bar "El Portalón", nos hizo un obsequio a cada uno de los asistentes. Aída nos preparó unas encantadoras galletas con el nombre del colegio.
Sinceramente, ha sido un día emotivo y que se quedará para siempre en nuestra memoria.
¡Gracias a Mari Mar y Aída!
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