El título alternativo de esta entrada era: "Los árboles no nos dejan ver el bosque"
(ahí detrás está el colegio).
Puesto que somos uno de los colegios de Santander con mejor arbolado en sus patios, estamos decididos a que sigan siendo una seña de identidad del colegio. Hace diez años se tuvieron que talar los altos pinos que nos identificaban, infestados por la plaga de procesionaria.
Este curso hemos intentado dejar que los retoños de nuestros espléndidos árboles puedan tener una oportunidad de crecer y convertirse en ejemplares adultos frondosos. Para verlo harán falta mucha suerte y un montón de años.
Aquí seguiremos algunos, el tiempo que podamos y nos dejen, viendo crecer la hierba y los árboles que nunca nos impedirán disfrutar del bosque.
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