Las maestras de Infantil del colegio Jesús Cancio de Santander, Rocío Madrazo, Elena y Olga, están empeñadas en que sus alumnos lean y escriban. Como a edades tempranas los cerebros son tan moldeables como la plastilina, los nombres se aprenden con haciendo churritos con las manos. Quedaron muy chulos, ¿a que sí?
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